ANÉCDOTAS DEL 2016
SEGUNDA PARTE
EL APELLIDO DOBLES (03-10-2016)
Hasta donde se el apellido Dobles de mi madre
solo pertenece a una familia costarricense.
Recuerdo una anécdota ridícula. En una ocasión
uno de mis viejos familiares me dijo: “La originaria es de la ciudad de
Heredia. Los de la ciudad de Grecia son nacidos del peón de la finca.”
Traducido al mundo actual esto solo tiene una explicación: Todos tiene el mismo
o los mismos progenitores. Los primeros eran hijos de la esposa mientras lo
otros eran hijos de la otra. Pero eran tan importantes y reconocidos que se les
dio el mismo nombre.
El esposo de mi prima Lourdes, el gran
historiador Carlos Meléndez, cuando hablábamos de la familia siempre me decía que
lo primero que apareció en el Registro pública fue el apellido Díez-dobles que
luego se transformó en Dobles.
Esto me recuerda una interpretación de algo
que decía mi tío Fabián: ‘En tiempos pasados, uno de nuestros ancestros era de
apellido Díez, pero tuvo muchos hijos y los vecinos le decían a sus hijos:
Ustedes no son los Diez sino los Doble-diez.’ Ignoro cuales fueron las razones
sociales que llevaron a estos a identificarse con ese apodo y usarlo
públicamente.
En los comentarios a este apunte, mi hermano Arturo
González me recordó que, una vez hablando con mi madre Doña Alicia Dobles, esta
les contó que a raíz de que la gente les decían a los Diez-Dobles los
"veintes", estos se disgustaron. Por esta razón eliminaron el Diez y
se quedaron solo con el apellido Dobles.
La familia Dobles que conozco parte de mi
tatarabuelo Pedro Dobles Alvarado quien se casó con. María Josefa Carrillo
(hermana del Lic. Braulio Carrillo, presidente de Costa Rica). Su hijo Pedro
Dobles Carrillo era un comerciante y hacendado, casado con Susana Sáenz
Rodríguez. Mi abuelo Miguel Dobles Sáenz era un médico graduado en Nueva York
casado con Carmen Rodríguez Solera (hija de Papá Santiago Rodríguez, el
comerciante fundador de Las tres Américas en Heredia, almacén que fue vendido a
su muerte a los Zumbado).
Varias de las familias de los Dobles vienen
además de los hermanos de mi abuelo. Los Dobles Segrega provienen de su hermano
Manuel casado con Rosario Segreda. Los Dobles Chacón vienen de su hermano
Recaredo casado con Rafaela Chacón. No se si los otros hermanos tuvieron hijos.
Si tal fuera el caso, de su hermana Adelina vendrían los Castro Dobles; de su
hermano Juan Rafael vendrían Dobles Ortiz y de su hermano Víctor vendrían
Dobles Solórzano.
Por otro lado, otro comentarista me señaló que
Isa Dobles fue muy destacada en la política, en la televisión y en la
comunicación social en Venezuela. Yo me permití indicarle que ese nombre no era
muy correcto. Ella provenía de una familia venezolana ligada con los Oropeza.
Fue esposa de tío el arquitecto Álvaro Dobles. Días después de la dictadura de
los Pérez Jiménez, ambos de fueron a Caracas con el resto de la familia Oropeza
que vivía acá. Se llevaron a su hijo mayor Ignacio. Allá nacieron sus otros dos
hijos. Luego se divorciaron y Álvaro se fue a vivir en Estados Unidos e Isa
comenzó a aparecer en TV conservando el Dobles como nombre artístico. Su hijo Ignacio
se vino a trabajar en la Universidad de Costa Rica. Sus dos hermanos creo que
siguen viviendo en USA.
Una prima hermana de mi mamá, Yamilette Dobles
Méndez, hija de un hermano del mi abuelo el Dr. Miguel Dobles, me indicó que los
Dobles Méndez, fueron hijos de Víctor Dobles Sáenz y de Esther Méndez Céspedes.
De sus hijos provienen las familias Dobles Ovares, Alfaro Dobles, Vega Dobles,
Dobles Dobles, Mata Dobles, Montoya Dobles. Bravo Dobles, etc.
En namespedia se dice que Dobles es una
familia de intelectual y se citan a mis tíos Fabián y Álvaro, se nombra a una
hija de un primo de ellos, a Cecilia, pero se ignora a su importante hermana la
poetiza Julieta, tampoco se nombra a su reconocido primo Luis Dobles Segrega.
Se ignora por ejemplo a mi primo Eduardo Jenkins Dobles entre muchos otros
familiares que hemos sido escritores. Por eso, espero que algún historiador de
la familia o ajeno se ocupe de revolcar papeles y de despejar esta incógnita.
NOMBRE Y APELLIDO (24-09-16)
Para identificar a las personas se ha
generalizado el uso de nombres con el fin de ofrecer una identidad individual y
de apellidos con el fin de ofrecer una identidad familiar.
Para analizar el problema de los nombres, voy
a recordar mis experiencias. Una de dificultades sociales está en la repetición
del mismo nombre. Esto ha llevado a que la información formal se maneja hoy en
día muchas veces por el número de cédula.
Esto fue un problema para mi padre. Él se
llamaba Víctor Manuel González Ramírez y en los años 30 había un famoso
delincuente con ese nombre exacto. Pero en esa época era muy difícil constatar
el número de cédula. Mi papá tenía la ventaja de ser más o menos conocido por
ser el sobrino del presidente de la República.
Mi abuelo materno se llamaba Miguel y le puso
el mismo nombre a uno de sus hijos. Este hizo lo mismo con su hijo. Por eso, en
la familia a mi abuelo le decíamos el Doctor (porque era médico), a su hijo
Miguel y a su nieto Miguelito. Con los años, para la gente, al ser un famoso
ingeniero profesor de la UCR, este nieto se convirtió en Don Miguel. Pero para
sus familiares, siguió siendo Miguelito.
Por eso, nunca quise ponerle mi nombre a uno
de mis hijos. No obstante, por un azar del destino, terminé poniéndole mi
nombre originario a mi hijo Diego en forma transformada. Históricamente, el nombre
tradicional de Jacobo se cambió en Jaime, en Tiago, en Diego o en Dago. Con la
pretensión católica de santificarlo, los españoles inventaron un nombre al
poner le prefijo de Santo al apóstol Jacobo (Jaime o Diego) y lo llamaron gratuitamente
con el nombre de Santiago.
Cuando nací mi padre me inscribió en el
Registro como Jaime. Pero mi madre me bautizo, como era la costumbre, con una
recopilación de nombres (y tuve suerte, solo me puso 3). Como católica
ferviente, ella le ponía a todas las mujeres el nombre de María combinado:
María Elena, Olga María, Ligia María, y a los hombre nos agregaba al final el
‘de Jesús’.
Cuando me llevó a la iglesia, mi madre dijo
que tenía que ponerme el nombre de un santo católico. Ella no conocía ningún
San Jaime. Como era la costumbre, escogió el nombre del santo del día. Por
suerte, me dio así el nombre de uno de los dos filósofos más importantes de
catolicismo: Tomás (de Aquino). Y, por un azar del destino, Jaime Tomás de
Jesús terminó trabajando toda su vida como profesor de filosofía.
Cuando comencé a leer la Biblia en otros
idiomas me di cuenta que no se por qué razones los católicos españoles la
tradujeron con el nombre inventado de Santiago. Por eso me quedé sin mi propio
santo: un personaje del Evangelio. El nombre bíblico original Ιάϰωβοϛ en griego
y Iacobus en latín no fue traducido
por los españoles como Jacobo, Jaime o Diego. Gratuitamente impusieron al
apóstol el nombre artificial de Santiago. Por el contrario, desde la traducción
latina de Iacobus, la francesa usa Jacques y la inglesa James, etc. (nombres
que se traducen al español como Jaime).
En algunas culturas, hay un nombre social y un
nombre privado. En otras culturas, hay un nombre formal y un sobrenombre
popular. En otros ambientes, hay un nombre oficial y un nombre artístico. De
esta manera, los apodos, los pseudónimos y otras expresiones sociales reemplazan
a los nombres rituales. Muchas veces me ha pasado así que digo el nombre de una
persona y nadie lo identifica. Pero si digo el apodo o el seudónimo, todo el
mundo sabe quién es.
APELLIDO Y NOMBRE (24-09-16)
Para identificar a las personas se ha
generalizado el uso de nombres y apellidos con el fin de ofrecer una identidad
individual y familiar. Esto resulta práctico a pesar de sus incomodidades. De
hecho, la vida social engendra muchos asuntos que tienen su razón de ser, pero
que también instauran el peso de sus absurdos.
La primera estupidez de los apellidos es el
machismo incluido. Como los hombres han sido los que han tenido el poder y
generan las respectivas herencias materiales y sociales, en muchas partes del
mundo se le ha dado una primacía al apellido paterno y muchas veces al apellido
del cónyuge masculino. Esto tiene ciertos absurdos que voy a ilustrar con unos
ejemplos sociales y familiares.
Por razones reales, el primer apellido no
debiera ser el paterno, sino el materno. Como decían las abuelas: “Que mis
nietos son hijos de mis hijas, eso lo sé. Pero que mis nietos son hijos de mis
hijos, eso lo espero”.
No obstante, aun en el primer caso puede haber
sus dudas ya que en algunos casos históricos se ha cambiado los bebés que se
entregan a las progenitoras: este es un tema clásico de ciertas películas.
En el caso materno, los grados de certeza eran
muy altos: con las excepciones pasaba algo parecido a lo que acontece con
ciertas enfermedades genéticas (las posibilidades de su aparición son casi nulas,
caso contrario a lo que pasaba con los varones antes de las prueba del ADN).
Cuando tuve mi primer hijo, mi padre me
felicitó porque iba a salvar el apellido de la familia ya que ninguno de sus
hermanos había tendido hijos varones. Por respeto no me reí en su cara. Si me
hablara del apellido Dobles de mi madre podría tener razón. Pero salvar un
apellido tan ridículamente corriente como el González era absurdo. De hecho, yo
iba a jugar a una plaza con el nombre de la familia que la gente había castrado:
la había convertido en Plaza Víquez (cuando su nombre refería al tío de mi
padre el expresidente Cleto González Víquez. Pero mi papá quizá tenía ciertos
recuerdos de la presencia política de su familia: su abuelo había sido 3 veces
diputado, su padre había sido 2 veces diputado, su tío había sido 2 veces
diputado y 2 veces presidente de la República, etc.
Cuando leí la Dinastía de los conquistadores, confirmé que en dicha familia había
habido cerca de 20 personas que ejercieron el puesto de presidente de la
República: incluido un primo hermano de mi papá. Pero mi familia paterna no
podía hacer alardes de su riqueza, porque los políticos de esa época no se
volvían millonarios en sus funciones como los de ahora.
En Caracas alrededor de 1972 dije que el apellido
de mi madre era solo de mi familia. De inmediato, me dijeron que eso no era
cierto, pues en la televisión en Venezuela había una famosa presentadora con
ese apellido. De inmediato respondí que ese era solo su nombre artístico. Ella
era la madre de mis primos que había estado casada con un tío mío. Pero ella
era de una familia venezolana (lo Oropeza). Eso me recordó la alteración en los
nombres de algunos artistas y personas costarricenses.
Un día
recibí un saludo cariñoso de una sobrina identificada con el nombre de Marie
Díaz. Cuando le pregunté a mi hijo Diego que quién podía ser, me respondió que
era su prima Marie Cecile Thomas que después de divorciarse en Canadá
conservaba de nombre de casada. Así, para decirlo a lo tico: ‘otro gallo
canta’.
Amén. Luego rezo con los nombres y el apellido
Dobles.
ESTUPIDEZ (10-08-2016)
Heriberto Valverde Castro, una persona que me
conoce de muchos años me dice que 'estupidez es una de mis palabras preferidas'.
Para justificarme de olvidar lo que ambos
conocemos como estudiosos de las comunicaciones y no haber tomado en cuenta los
aspectos connotativos, le respondí a mi querido y crítico amigo:
“Quizá en mí pese demasiado mi formación desde
el latín en donde stupidus es simplemente falto de inteligencia.
Creo que mi error es tal vez olvidarme cuando
escribo que soy tico. Debiera haber dicho lo mismo diciendo 'tontería'.
Se me olvida que para los ticos estupidez es
una 'tontería retonta', y no consultan el diccionario para ver su real
significado.”
Habría que ver qué dice al respecto otro de
mis amigos de larga trayectoria, el especialista en lenguaje Eliécer Venegas.
¿DÓNDE ESTÁ LA RAZÓN? (09-08-2016)
El caos social presentado en el día de hoy por
los taxistas debe hacernos reflexionar sobre la realidad en la que vivimos. En
principio hay un argumento crítico fundamental: como las cosas no son nunca
como parecen, no hay que dar nada por sentado.
La primera mentira que está bailando en esta
mejenga, es la sonada palabra DERECHO. Todos dicen tener derecho, pero ¿adónde
está ese señor? Las autoridades y los afectados ubican los derechos en las
LEYES aprobadas. Pero el derecho de la ley no está en la justicia, sino en la
posibilidad de castigar.
Sin embargo, el que castiga impone el poder y
el poder impone lo que más le conviene. Las LEYES no son así unas pautas
racionales, sino solo unas pautas sociales engendradas desde la música de los
intereses creados con dos bailarines que danzan cada uno a su manera: la
racionalidad formal y la irracionalidad funcional.
Los taxis tienen PLACAS LEGALES. Pero estas
tienen los defectos de su ADN social. De hecho, las PLACAS LEGALES no han sidoo
un derecho humano, sino un privilegio social.
¿Por qué no se ha hecho un proceso legal para
otorgar las placas libremente a todo aquel que tenga un carro adecuado y llene
ciertos requisitos formales adecuados? Solo voy a contar una anécdota para
entender esta limitación legal. Hace bastantes años, le pregunté al mecánico de
mi carro por qué tenía la bandera de cierto partido político. Este me
respondió: “Porque no soy tonto. Este partido es el que va a ganar y si gana me
van a dar dos placas de taxis. Así puede contratar a dos choferes y hacerme
rico. Al tonto ni Dios lo quiere”.
Eso nos hace ver que los CHOFERES quizá no son
los dueños de los taxis y que el negocio más grande está en otro lado. Estos
actúan como los sindicatos: no buscan el servicio público, sino el aumento y en
este caso el mantenimiento del salario.
Mientras era un simple trabajador fui un
defensor acérrimo de los SINDICATOS. No obstante, cuando asumí puestos de
dirección cambié de criterios, ya que no sostenían a los trabajadores, sino a
los ineptos: a aquellos que atacan y desprestigian a los BUENOS TRABAJADORES
porque van a demostrarle a patrón que la mitad de los trabajadores está
sobrando y “nos quedaríamos sin lo único importante: el sueldo”.
Pero muchas veces, los que funcionan
ilegalmente funcionan como los BUENOS TRABAJADORES: cumplen adecuadamente sus
funciones. Por eso, el problema es más complicado de lo que parece. AMEN.
Luego agregué que Carlos Echeverría Perera me
señalaba una cosa que había olvidado: que Daniel Oduber fue el responsable de
ponerle el color rojo a los taxis en Costa Rica. Esto fue una estupidez de una
persona muy brillante que quizás no sabía casi nada de la teoría de los
colores. El rojo se ve bien con bastante luz, pero es casi invisible en la
oscuridad. Por eso, en el extranjero los taxis son amarillos: lo que es una
decisión lógica. De noche el blanco (que fue asignado a las ambulancias, aunque
actualmente en Costa Rica las ambulancias son de diversos colores) y el
amarillo son los colores más visibles.
SER FUTBOLERO (07-08-2016)
Al decirle a Magno Matarrita Mosquera que "Costa
Rica tiene que volver a ser futbolero, porque ahora solo nos sentamos en una
silla a ver un cierto teatro que llamamos futbol". Este exalumno señaló
que volver a ser futboleros es colaborar un poquito con los chicos al transmitirles
algo de lo que hemos aprendido en ese campo.
EL PROYECTO DE LAS TERTULIAS (06-08-2016)
El grupo de las Tertulias ha
sido totalmente pluralista. El único compromiso era con la patria y la verdad.
Había gente de muchísimas disciplinas y de prácticamente de todos los partidos
(aunque había un grupo importante de filósofos como yo). Ha participado mucha
gente valiosa de diversas profesiones, de diversos países (sudamericanos,
centroamericanos, africanos) y de diversas opciones religiosas. De manera que
dichas tertulias eran ya una tradición que valía la pena no perderse. Se ha
hecho referencia a las mismas en algunos medios nacionales y extranjeros.
El grupo consta básicamente de
profesores universitarios. Muchos de ellos tenían mucha experiencia y bastante
han desempeñado puestos como ministros, diputados, rectores, vicerrectores,
decanos, etc. Es interesante recordar que el actual presidente de la República
fue uno de los asistentes. Nos reuníamos a conversar sobre diferentes temas,
principalmente de la vida nacional, y nos daba mucho gusto contar con la
presencia de nuevas personas para intercambiar criterios sobre su visión de la
realidad nacional y de los problemas sociales y espirituales que implica.”
Hace unos 10 años envié un
correo electrónico que empezaba así:
“Me
permito informarle que desde mayo del 2003 se realizan en mi casa de habitación
en San Pedro de Santa Bárbara unas tertulias los primeros sábados de cada mes a
partir de las 2 de la tarde. Nos fascinaría poder contar con su presencia.
En agosto de 2008 envié otro
correo:
"Por razones
personales, he dejado de vivir en Santa Bárbara. Por tal motivo, he tenido que
cancelar las Tertulias en mi antigua casa. No obstante, nos vamos a reunir este
sábado en la casa de nuestro compañero de Tertulias Mario Zeledón para
reflexionar sobre cuáles son las mejores alternativas para continuar con tan
valiosa experiencia."
Las
tertulias han seguido en la casa de Mario Zeledón.. Esta semana recibí un
correo de Heriberto Valverde sobre la próxima tertulia:
Sábado
6 de agosto, 2 pm, Invitado: Dr. Amando Robles.
Esto me
recordó otro correo enviado sobre la Tertulia Nº 60 del 8 de marzo del 2008 con
un breve preámbulo que solicité a Amando Robles como iniciador del debate. Hoy
lo tendremos de nuevo como facilitador. Por eso, me permito reproducir ese
interesante texto para evidenciar el espíritu de nuestras tertulias.
CRISIS DE LAS RELIGIONES
J. Amando Robles (30-01-08)
Muchos factores están contribuyendo a que
actualmente se esté dando una crisis de lo religioso, no así de lo espiritual.
Si, atendiendo a criterios de impacto, entre los factores causantes de esta
crisis tuviera que privilegiar uno, yo escogería el nuevo tipo de conocimiento
y la transformación que se está dando en tal sentido.
En el pasado, hasta nuestros días, el
conocimiento se autopercibió siempre como conocimiento de algo, por tanto como
adecuación y como verdad (veritas
adaequatio rei intellectus). Y sobre esta concepción matricial es que se
articuló la religión: como conocimiento dando acceso objetivo y verdadero a lo
último, fundante y necesario, que además se presentaba como divinamente
revelado. En este marco axiológico y gnoseológico Dios, mundo sobrenatural,
revelación, e intervención de Dios en la historia resultaban conclusiones
posibles y hasta necesarias. Hoy ya no es más así. El nuevo conocimiento, el
que ya estamos utilizando a diario y nos está moldeando en nuestro
comportamiento, no es objetivo ni verdadero, es práxico, tecnológico,
funcional. No aspira ya a conocer la esencia de las cosas sino a saber cómo
funcionan o pueden funcionar. Y no puede aspirar a conocer la esencia y
naturaleza de las cosas, porque él mismo se sabe herramienta, útil,
instrumento, y como tal construido: construido y con capacidad sólo de
construir.
En este tipo de conocimiento, si no hay lugar
para esencias, tampoco para dioses ni revelaciones. Porque éstos, de existir,
también serían construidos. De ahí la gran crisis de las religiones,
especialmente de las religiones de creencias. Y también la que vendrá muy
pronto sobre las religiones modernas y actuales tipo Nueva Era “ingenierilmente”
construidas. Todas aparecen como son, construidas, interesadas y egocentradas,
no últimas, lo que significa que se han quedado sin soporte y ello explica que
paneles enteros de las mismas se estén desplomando. Tal es el cambio o
transformación a los que estamos asistiendo. Un cambio y una transformación
como nunca antes se había dado en la historia de la humanidad, verdaderamente
inéditos.
Un cambio suave, aunque muy rápido, de ahí que no
sea tan fácil percatarse de él, pero de un gran impacto. Sólo notamos que
vivimos rodeados de más artefactos, y éstos cada vez más autónomos, más
inteligentes, y nos seguimos comportando como si nuestra relación con el
conocimiento siguiera siendo la misma. Pero está cambiando, y cambiando
profundamente.
Ante un panorama así, aunque crisis no significa
desaparición de las religiones de creencias, en otras palabras, todavía habrá
religiones de creencias para rato, es legítimo preguntarse qué alternativa, si
es que la hay, trascenderá la crisis, y si se puede señalar alguna dinámica ya
presente actuando en dicha dirección. Y la respuesta es que si. La alternativa
y dinámica presente es la espiritualidad. La espiritualidad como experiencia de
lo absoluto que es todo, incluido el ser humano, hecha desde lo absoluto. Una
experiencia que sólo es posible como creación, algo muy diferente de la
construcción. Una experiencia profundamente laica, no religiosa. Una
experiencia solamente experiencia, sin contenido, por tanto, sin fondo ni
forma.”
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