martes, 24 de octubre de 2017

ANÉCDOTAS DEL 2016, SEGUNDA PARTE


ANÉCDOTAS DEL 2016

SEGUNDA PARTE

 Jaime González Dobles


EL APELLIDO DOBLES (03-10-2016)


Hasta donde se el apellido Dobles de mi madre solo pertenece a una familia costarricense.
Recuerdo una anécdota ridícula. En una ocasión uno de mis viejos familiares me dijo: “La originaria es de la ciudad de Heredia. Los de la ciudad de Grecia son nacidos del peón de la finca.” Traducido al mundo actual esto solo tiene una explicación: Todos tiene el mismo o los mismos progenitores. Los primeros eran hijos de la esposa mientras lo otros eran hijos de la otra. Pero eran tan importantes y reconocidos que se les dio el mismo nombre.
El esposo de mi prima Lourdes, el gran historiador Carlos Meléndez, cuando hablábamos de la familia siempre me decía que lo primero que apareció en el Registro pública fue el apellido Díez-dobles que luego se transformó en Dobles.
Esto me recuerda una interpretación de algo que decía mi tío Fabián: ‘En tiempos pasados, uno de nuestros ancestros era de apellido Díez, pero tuvo muchos hijos y los vecinos le decían a sus hijos: Ustedes no son los Diez sino los Doble-diez.’ Ignoro cuales fueron las razones sociales que llevaron a estos a identificarse con ese apodo y usarlo públicamente.
En los comentarios a este apunte, mi hermano Arturo González me recordó que, una vez hablando con mi madre Doña Alicia Dobles, esta les contó que a raíz de que la gente les decían a los Diez-Dobles los "veintes", estos se disgustaron. Por esta razón eliminaron el Diez y se quedaron solo con el apellido Dobles.
La familia Dobles que conozco parte de mi tatarabuelo Pedro Dobles Alvarado quien se casó con. María Josefa Carrillo (hermana del Lic. Braulio Carrillo, presidente de Costa Rica). Su hijo Pedro Dobles Carrillo era un comerciante y hacendado, casado con Susana Sáenz Rodríguez. Mi abuelo Miguel Dobles Sáenz era un médico graduado en Nueva York casado con Carmen Rodríguez Solera (hija de Papá Santiago Rodríguez, el comerciante fundador de Las tres Américas en Heredia, almacén que fue vendido a su muerte a los Zumbado).
Varias de las familias de los Dobles vienen además de los hermanos de mi abuelo. Los Dobles Segrega provienen de su hermano Manuel casado con Rosario Segreda. Los Dobles Chacón vienen de su hermano Recaredo casado con Rafaela Chacón. No se si los otros hermanos tuvieron hijos. Si tal fuera el caso, de su hermana Adelina vendrían los Castro Dobles; de su hermano Juan Rafael vendrían Dobles Ortiz y de su hermano Víctor vendrían Dobles Solórzano.
Por otro lado, otro comentarista me señaló que Isa Dobles fue muy destacada en la política, en la televisión y en la comunicación social en Venezuela. Yo me permití indicarle que ese nombre no era muy correcto. Ella provenía de una familia venezolana ligada con los Oropeza. Fue esposa de tío el arquitecto Álvaro Dobles. Días después de la dictadura de los Pérez Jiménez, ambos de fueron a Caracas con el resto de la familia Oropeza que vivía acá. Se llevaron a su hijo mayor Ignacio. Allá nacieron sus otros dos hijos. Luego se divorciaron y Álvaro se fue a vivir en Estados Unidos e Isa comenzó a aparecer en TV conservando el Dobles como nombre artístico. Su hijo Ignacio se vino a trabajar en la Universidad de Costa Rica. Sus dos hermanos creo que siguen viviendo en USA.
Una prima hermana de mi mamá, Yamilette Dobles Méndez, hija de un hermano del mi abuelo el Dr. Miguel Dobles, me indicó que los Dobles Méndez, fueron hijos de Víctor Dobles Sáenz y de Esther Méndez Céspedes. De sus hijos provienen las familias Dobles Ovares, Alfaro Dobles, Vega Dobles, Dobles Dobles, Mata Dobles, Montoya Dobles. Bravo Dobles, etc.
En namespedia se dice que Dobles es una familia de intelectual y se citan a mis tíos Fabián y Álvaro, se nombra a una hija de un primo de ellos, a Cecilia, pero se ignora a su importante hermana la poetiza Julieta, tampoco se nombra a su reconocido primo Luis Dobles Segrega. Se ignora por ejemplo a mi primo Eduardo Jenkins Dobles entre muchos otros familiares que hemos sido escritores. Por eso, espero que algún historiador de la familia o ajeno se ocupe de revolcar papeles y de despejar esta incógnita.

NOMBRE Y APELLIDO (24-09-16)


Para identificar a las personas se ha generalizado el uso de nombres con el fin de ofrecer una identidad individual y de apellidos con el fin de ofrecer una identidad familiar.
Para analizar el problema de los nombres, voy a recordar mis experiencias. Una de dificultades sociales está en la repetición del mismo nombre. Esto ha llevado a que la información formal se maneja hoy en día muchas veces por el número de cédula.
Esto fue un problema para mi padre. Él se llamaba Víctor Manuel González Ramírez y en los años 30 había un famoso delincuente con ese nombre exacto. Pero en esa época era muy difícil constatar el número de cédula. Mi papá tenía la ventaja de ser más o menos conocido por ser el sobrino del presidente de la República.
Mi abuelo materno se llamaba Miguel y le puso el mismo nombre a uno de sus hijos. Este hizo lo mismo con su hijo. Por eso, en la familia a mi abuelo le decíamos el Doctor (porque era médico), a su hijo Miguel y a su nieto Miguelito. Con los años, para la gente, al ser un famoso ingeniero profesor de la UCR, este nieto se convirtió en Don Miguel. Pero para sus familiares, siguió siendo Miguelito.
Por eso, nunca quise ponerle mi nombre a uno de mis hijos. No obstante, por un azar del destino, terminé poniéndole mi nombre originario a mi hijo Diego en forma transformada. Históricamente, el nombre tradicional de Jacobo se cambió en Jaime, en Tiago, en Diego o en Dago. Con la pretensión católica de santificarlo, los españoles inventaron un nombre al poner le prefijo de Santo al apóstol Jacobo (Jaime o Diego) y lo llamaron gratuitamente con el nombre de Santiago.
Cuando nací mi padre me inscribió en el Registro como Jaime. Pero mi madre me bautizo, como era la costumbre, con una recopilación de nombres (y tuve suerte, solo me puso 3). Como católica ferviente, ella le ponía a todas las mujeres el nombre de María combinado: María Elena, Olga María, Ligia María, y a los hombre nos agregaba al final el ‘de Jesús’.
Cuando me llevó a la iglesia, mi madre dijo que tenía que ponerme el nombre de un santo católico. Ella no conocía ningún San Jaime. Como era la costumbre, escogió el nombre del santo del día. Por suerte, me dio así el nombre de uno de los dos filósofos más importantes de catolicismo: Tomás (de Aquino). Y, por un azar del destino, Jaime Tomás de Jesús terminó trabajando toda su vida como profesor de filosofía.
Cuando comencé a leer la Biblia en otros idiomas me di cuenta que no se por qué razones los católicos españoles la tradujeron con el nombre inventado de Santiago. Por eso me quedé sin mi propio santo: un personaje del Evangelio. El nombre bíblico original Ιάϰωβοϛ en griego y Iacobus en latín no fue traducido por los españoles como Jacobo, Jaime o Diego. Gratuitamente impusieron al apóstol el nombre artificial de Santiago. Por el contrario, desde la traducción latina de Iacobus, la francesa usa Jacques y la inglesa James, etc. (nombres que se traducen al español como Jaime).
En algunas culturas, hay un nombre social y un nombre privado. En otras culturas, hay un nombre formal y un sobrenombre popular. En otros ambientes, hay un nombre oficial y un nombre artístico. De esta manera, los apodos, los pseudónimos y otras expresiones sociales reemplazan a los nombres rituales. Muchas veces me ha pasado así que digo el nombre de una persona y nadie lo identifica. Pero si digo el apodo o el seudónimo, todo el mundo sabe quién es.

APELLIDO Y NOMBRE (24-09-16)


Para identificar a las personas se ha generalizado el uso de nombres y apellidos con el fin de ofrecer una identidad individual y familiar. Esto resulta práctico a pesar de sus incomodidades. De hecho, la vida social engendra muchos asuntos que tienen su razón de ser, pero que también instauran el peso de sus absurdos.
La primera estupidez de los apellidos es el machismo incluido. Como los hombres han sido los que han tenido el poder y generan las respectivas herencias materiales y sociales, en muchas partes del mundo se le ha dado una primacía al apellido paterno y muchas veces al apellido del cónyuge masculino. Esto tiene ciertos absurdos que voy a ilustrar con unos ejemplos sociales y familiares.
Por razones reales, el primer apellido no debiera ser el paterno, sino el materno. Como decían las abuelas: “Que mis nietos son hijos de mis hijas, eso lo sé. Pero que mis nietos son hijos de mis hijos, eso lo espero”.
No obstante, aun en el primer caso puede haber sus dudas ya que en algunos casos históricos se ha cambiado los bebés que se entregan a las progenitoras: este es un tema clásico de ciertas películas.
En el caso materno, los grados de certeza eran muy altos: con las excepciones pasaba algo parecido a lo que acontece con ciertas enfermedades genéticas (las posibilidades de su aparición son casi nulas, caso contrario a lo que pasaba con los varones antes de las prueba del ADN).
Cuando tuve mi primer hijo, mi padre me felicitó porque iba a salvar el apellido de la familia ya que ninguno de sus hermanos había tendido hijos varones. Por respeto no me reí en su cara. Si me hablara del apellido Dobles de mi madre podría tener razón. Pero salvar un apellido tan ridículamente corriente como el González era absurdo. De hecho, yo iba a jugar a una plaza con el nombre de la familia que la gente había castrado: la había convertido en Plaza Víquez (cuando su nombre refería al tío de mi padre el expresidente Cleto González Víquez. Pero mi papá quizá tenía ciertos recuerdos de la presencia política de su familia: su abuelo había sido 3 veces diputado, su padre había sido 2 veces diputado, su tío había sido 2 veces diputado y 2 veces presidente de la República, etc.
Cuando leí la Dinastía de los conquistadores, confirmé que en dicha familia había habido cerca de 20 personas que ejercieron el puesto de presidente de la República: incluido un primo hermano de mi papá. Pero mi familia paterna no podía hacer alardes de su riqueza, porque los políticos de esa época no se volvían millonarios en sus funciones como los de ahora.
En Caracas alrededor de 1972 dije que el apellido de mi madre era solo de mi familia. De inmediato, me dijeron que eso no era cierto, pues en la televisión en Venezuela había una famosa presentadora con ese apellido. De inmediato respondí que ese era solo su nombre artístico. Ella era la madre de mis primos que había estado casada con un tío mío. Pero ella era de una familia venezolana (lo Oropeza). Eso me recordó la alteración en los nombres de algunos artistas y personas costarricenses.
 Un día recibí un saludo cariñoso de una sobrina identificada con el nombre de Marie Díaz. Cuando le pregunté a mi hijo Diego que quién podía ser, me respondió que era su prima Marie Cecile Thomas que después de divorciarse en Canadá conservaba de nombre de casada. Así, para decirlo a lo tico: ‘otro gallo canta’.
Amén. Luego rezo con los nombres y el apellido Dobles.

ESTUPIDEZ (10-08-2016)


Heriberto Valverde Castro, una persona que me conoce de muchos años me dice que 'estupidez es una de mis palabras preferidas'.
Para justificarme de olvidar lo que ambos conocemos como estudiosos de las comunicaciones y no haber tomado en cuenta los aspectos connotativos, le respondí a mi querido y crítico amigo:
“Quizá en mí pese demasiado mi formación desde el latín en donde stupidus es simplemente falto de inteligencia.
Creo que mi error es tal vez olvidarme cuando escribo que soy tico. Debiera haber dicho lo mismo diciendo 'tontería'.
Se me olvida que para los ticos estupidez es una 'tontería retonta', y no consultan el diccionario para ver su real significado.”
Habría que ver qué dice al respecto otro de mis amigos de larga trayectoria, el especialista en lenguaje Eliécer Venegas.


¿DÓNDE ESTÁ LA RAZÓN? (09-08-2016)


El caos social presentado en el día de hoy por los taxistas debe hacernos reflexionar sobre la realidad en la que vivimos. En principio hay un argumento crítico fundamental: como las cosas no son nunca como parecen, no hay que dar nada por sentado.
La primera mentira que está bailando en esta mejenga, es la sonada palabra DERECHO. Todos dicen tener derecho, pero ¿adónde está ese señor? Las autoridades y los afectados ubican los derechos en las LEYES aprobadas. Pero el derecho de la ley no está en la justicia, sino en la posibilidad de castigar.
Sin embargo, el que castiga impone el poder y el poder impone lo que más le conviene. Las LEYES no son así unas pautas racionales, sino solo unas pautas sociales engendradas desde la música de los intereses creados con dos bailarines que danzan cada uno a su manera: la racionalidad formal y la irracionalidad funcional.
Los taxis tienen PLACAS LEGALES. Pero estas tienen los defectos de su ADN social. De hecho, las PLACAS LEGALES no han sidoo un derecho humano, sino un privilegio social.
¿Por qué no se ha hecho un proceso legal para otorgar las placas libremente a todo aquel que tenga un carro adecuado y llene ciertos requisitos formales adecuados? Solo voy a contar una anécdota para entender esta limitación legal. Hace bastantes años, le pregunté al mecánico de mi carro por qué tenía la bandera de cierto partido político. Este me respondió: “Porque no soy tonto. Este partido es el que va a ganar y si gana me van a dar dos placas de taxis. Así puede contratar a dos choferes y hacerme rico. Al tonto ni Dios lo quiere”.
Eso nos hace ver que los CHOFERES quizá no son los dueños de los taxis y que el negocio más grande está en otro lado. Estos actúan como los sindicatos: no buscan el servicio público, sino el aumento y en este caso el mantenimiento del salario.
Mientras era un simple trabajador fui un defensor acérrimo de los SINDICATOS. No obstante, cuando asumí puestos de dirección cambié de criterios, ya que no sostenían a los trabajadores, sino a los ineptos: a aquellos que atacan y desprestigian a los BUENOS TRABAJADORES porque van a demostrarle a patrón que la mitad de los trabajadores está sobrando y “nos quedaríamos sin lo único importante: el sueldo”.
Pero muchas veces, los que funcionan ilegalmente funcionan como los BUENOS TRABAJADORES: cumplen adecuadamente sus funciones. Por eso, el problema es más complicado de lo que parece. AMEN.
Luego agregué que Carlos Echeverría Perera me señalaba una cosa que había olvidado: que Daniel Oduber fue el responsable de ponerle el color rojo a los taxis en Costa Rica. Esto fue una estupidez de una persona muy brillante que quizás no sabía casi nada de la teoría de los colores. El rojo se ve bien con bastante luz, pero es casi invisible en la oscuridad. Por eso, en el extranjero los taxis son amarillos: lo que es una decisión lógica. De noche el blanco (que fue asignado a las ambulancias, aunque actualmente en Costa Rica las ambulancias son de diversos colores) y el amarillo son los colores más visibles.

SER FUTBOLERO (07-08-2016)


Al decirle a Magno Matarrita Mosquera que "Costa Rica tiene que volver a ser futbolero, porque ahora solo nos sentamos en una silla a ver un cierto teatro que llamamos futbol". Este exalumno señaló que volver a ser futboleros es colaborar un poquito con los chicos al transmitirles algo de lo que hemos aprendido en ese campo.

EL PROYECTO DE LAS TERTULIAS (06-08-2016)


El grupo de las Tertulias ha sido totalmente pluralista. El único compromiso era con la patria y la verdad. Había gente de muchísimas disciplinas y de prácticamente de todos los partidos (aunque había un grupo importante de filósofos como yo). Ha participado mucha gente valiosa de diversas profesiones, de diversos países (sudamericanos, centroamericanos, africanos) y de diversas opciones religiosas. De manera que dichas tertulias eran ya una tradición que valía la pena no perderse. Se ha hecho referencia a las mismas en algunos medios nacionales y extranjeros.
El grupo consta básicamente de profesores universitarios. Muchos de ellos tenían mucha experiencia y bastante han desempeñado puestos como ministros, diputados, rectores, vicerrectores, decanos, etc. Es interesante recordar que el actual presidente de la República fue uno de los asistentes. Nos reuníamos a conversar sobre diferentes temas, principalmente de la vida nacional, y nos daba mucho gusto contar con la presencia de nuevas personas para intercambiar criterios sobre su visión de la realidad nacional y de los problemas sociales y espirituales que implica.”

Hace unos 10 años envié un correo electrónico que empezaba así:

 “Me permito informarle que desde mayo del 2003 se realizan en mi casa de habitación en San Pedro de Santa Bárbara unas tertulias los primeros sábados de cada mes a partir de las 2 de la tarde. Nos fascinaría poder contar con su presencia.

En agosto de 2008 envié otro correo:

"Por razones personales, he dejado de vivir en Santa Bárbara. Por tal motivo, he tenido que cancelar las Tertulias en mi antigua casa. No obstante, nos vamos a reunir este sábado en la casa de nuestro compañero de Tertulias Mario Zeledón para reflexionar sobre cuáles son las mejores alternativas para continuar con tan valiosa experiencia."

Las tertulias han seguido en la casa de Mario Zeledón.. Esta semana recibí un correo de Heriberto Valverde sobre la próxima tertulia:

Sábado 6 de agosto, 2 pm, Invitado: Dr. Amando Robles.

Esto me recordó otro correo enviado sobre la Tertulia Nº 60 del 8 de marzo del 2008 con un breve preámbulo que solicité a Amando Robles como iniciador del debate. Hoy lo tendremos de nuevo como facilitador. Por eso, me permito reproducir ese interesante texto para evidenciar el espíritu de nuestras tertulias.

CRISIS DE LAS RELIGIONES

J. Amando Robles (30-01-08)

Muchos factores están contribuyendo a que actualmente se esté dando una crisis de lo religioso, no así de lo espiritual. Si, atendiendo a criterios de impacto, entre los factores causantes de esta crisis tuviera que privilegiar uno, yo escogería el nuevo tipo de conocimiento y la transformación que se está dando en tal sentido.
En el pasado, hasta nuestros días, el conocimiento se autopercibió siempre como conocimiento de algo, por tanto como adecuación y como verdad (veritas adaequatio rei intellectus). Y sobre esta concepción matricial es que se articuló la religión: como conocimiento dando acceso objetivo y verdadero a lo último, fundante y necesario, que además se presentaba como divinamente revelado. En este marco axiológico y gnoseológico Dios, mundo sobrenatural, revelación, e intervención de Dios en la historia resultaban conclusiones posibles y hasta necesarias. Hoy ya no es más así. El nuevo conocimiento, el que ya estamos utilizando a diario y nos está moldeando en nuestro comportamiento, no es objetivo ni verdadero, es práxico, tecnológico, funcional. No aspira ya a conocer la esencia de las cosas sino a saber cómo funcionan o pueden funcionar. Y no puede aspirar a conocer la esencia y naturaleza de las cosas, porque él mismo se sabe herramienta, útil, instrumento, y como tal construido: construido y con capacidad sólo de construir.
En este tipo de conocimiento, si no hay lugar para esencias, tampoco para dioses ni revelaciones. Porque éstos, de existir, también serían construidos. De ahí la gran crisis de las religiones, especialmente de las religiones de creencias. Y también la que vendrá muy pronto sobre las religiones modernas y actuales tipo Nueva Era “ingenierilmente” construidas. Todas aparecen como son, construidas, interesadas y egocentradas, no últimas, lo que significa que se han quedado sin soporte y ello explica que paneles enteros de las mismas se estén desplomando. Tal es el cambio o transformación a los que estamos asistiendo. Un cambio y una transformación como nunca antes se había dado en la historia de la humanidad, verdaderamente inéditos.
Un cambio suave, aunque muy rápido, de ahí que no sea tan fácil percatarse de él, pero de un gran impacto. Sólo notamos que vivimos rodeados de más artefactos, y éstos cada vez más autónomos, más inteligentes, y nos seguimos comportando como si nuestra relación con el conocimiento siguiera siendo la misma. Pero está cambiando, y cambiando profundamente.
Ante un panorama así, aunque crisis no significa desaparición de las religiones de creencias, en otras palabras, todavía habrá religiones de creencias para rato, es legítimo preguntarse qué alternativa, si es que la hay, trascenderá la crisis, y si se puede señalar alguna dinámica ya presente actuando en dicha dirección. Y la respuesta es que si. La alternativa y dinámica presente es la espiritualidad. La espiritualidad como experiencia de lo absoluto que es todo, incluido el ser humano, hecha desde lo absoluto. Una experiencia que sólo es posible como creación, algo muy diferente de la construcción. Una experiencia profundamente laica, no religiosa. Una experiencia solamente experiencia, sin contenido, por tanto, sin fondo ni forma.”


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