lunes, 30 de octubre de 2017

ANÉCDOTAS DEL 2016, TERCERA PARTE


ANÉCDOTAS DEL 2016

TERCERA PARTE


Jaime González Dobles



ENCUENTRO CON EXDIRECTORES (04-08-2016)


Reproduzco una foto sobre un Encuentro con exdirectores de la Escuela de Comunicación Colectiva de la Universidad de UCR difundida por Mario Zeledon-Cambronero.




SER TICO (27-07-2016)


Hace más de medio siglo que ya no soy realmente tico. En 1958, en Lyon de Francia me preguntaron de dónde era. Cuando les dije que era de Costa Rica, me dijeron:
“Hemos oído nombrar esa ciudad en que país queda”.
Después de eso, nunca más volví a presentarme como costarricense. Me volví centroamericano. En 1957 había ido con mi amigo Javier Solís Herrera por todo Centro América en un camión de su papá. A partir de 1970 comencé a visitar los diversos países por reuniones políticas o por cursos en los que me invitaban como conferenciante muchas veces. Hice así muchos amigos, algunos de los cuales fueron asesinados por los extremistas (no islamitas, sino de la mano negra).
Para mí los centroamericanos son mis hermanos patrióticos. Pero este sentimiento no sigue más allá porque no soporta la actitud pedante y egocéntrica de muchos mexicanos. Pero todo tiene su excepción. He tenido buenos amigos mexicanos (y hasta una novia). Además, el papá de mi esposa era mexicano, hijo de una española. Me llamó la atención que en el hospital de Heredia, el Dr. Valenzuela le preguntó de inmediata cuando vio el apellido Conde: ¿Es usted mexicana?

QUITAME EL 'DON' PUES ME HACE SENTIR VIEJO (25-07-2016)


Eso les decía siempre a mis estudiantes. Ahora se lo acabo de decir a uno de mis mejores amigos Eliécer Venegas a quien conozco desde 1965 y a quien siempre he admirado por sus grandes cualidades humanas e intelectuales. Además no somos de la misma edad: es un par de meses más anciano. Ja, ja.
Hace unos quince años, me moría de la risa, los empleados nicas que tenía en una construcción me decían Don Jaimito ya que don es signo de respeto y el ito es expresión de familiaridad. Personalmente, yo prefiero que me digan Jaimito en lugar de Don. Cuando ya esté muerto me pueden decir Don porque ya no lo voy a oír.
Mi hermano Arturo siempre dice que él ni muerto va a un cementerio. De hecho, no va, lo llevan. Pero yo no quiero que me lleven. Prefiero que me cremen.

EXISTO, LUEGO PIENSO (25-07-2016)


A uno de los sabios comentarios de Carlos Luis Villalobos en que hablaba de Descartes le comenté: " Yo le doy vuelta a Descartes y no digo Pienso, luego existo, sino Existo, luego pienso, De hecho, en todo ente del universo hay un pensamiento, más o menos consciente, más o menos inconsciente (como en algunos humanos). Hay que ver el pensamiento de las plantas, de los animales, etc."
Y cada cual toma sus propias decisiones. No hablemos de instinto ya que la razón es un instinto casi siempre inconsciente.

SALUDOS CORDIALES (24-07-2016)


En mi vida he recorrido mucho mundo. Desgraciadamente, tengo pésima memoria para los nombres. Sin embargo, siempre traté de manejarme amablemente con todos.
En primer lugar, mis alumnos, por los que me preocupé de que fueran todo lo grandes que podían ser: esto le dio un sentido a mi vida. En segundo lugar, por los familiares, amigos y conocidos que me han aportado los frutos de su búsqueda de una vida humana.
Como no puedo darles un saludo individualizado por mis limitaciones, les ofrezco un abrazo cariñoso a todos. Dicho a lo tico "Que Dios los bendiga"

SABER LEER (23-07-2016)


Me recuerdo una anécdota. En los años setentas, en un curso en la Escuela de periodismo les pedí a los estudiantes que levantaran la mano los que sabían leer. Todos la levantaron sorprendidos. Yo les di entonces un texto complejo y les pedí que me dijeran en otras palabras lo que decía dicho texto.
Luego les demostré que no habían entendido el texto, que solo habían repetido pedacitos aislados. Por eso, me tomé un mes para explicarles asuntos como la lógica del pensamiento y otros aspectos.
Tres estudiantes de filosofía que estaban llevando el curso se ausentaron porque consideraban que ya conocían todo lo que les estaba explicando. Al mes cuando volvieron a clases, me morí interiormente de la risa. Los estudiantes de periodismo le decían a los de filosofía: esa lectura está errada, aprendan a leer. Dicho a lo tico, están agarrando el rábano por la hojas. ¡Ja,ja! Dicho con otro dicho: ‘al mejor mono se le cae el zapote.’
Por eso el diálogo abierto e inteligente es fundamental. En efecto, cuando no hay apertura al pensamiento de los otros, no hay diálogo. Hay Monólogo.
Hay libros, textos o escritos que uno lee varias veces y cada vez los entiende de manera diferente. De hecho, leer es un diálogo y un diálogo es un intercambio en contextos (las circunstancias de la lectura) e intertextos (las circunstancias del discurso leído) diferentes. Además, aunque lo leído no cambie, la cabeza de cada cual ha cambiado. Hay recuerdos que se van y cosas nuevas que llegan.
Eso es lo lindo de la vida: está llena de sorpresas.

LAS PANACEAS (22-07-2016)


Uno de mis hijos me dice que hay tres temas sobre los que es absurdo hablar si uno quiere tertuliar: la religión, la política y el futbol (por lo menos en Costa Rica, porque en otros países puede haber otra manera de manejar el deporte).
Los dos primeros son asuntos fundamentales de la humanidad. No obstante, la gente no comprende por qué el tercero también es fundamental. La realidad es que el deporte no es lo propio de la vivencia del futbol en Costa Rica. La vida realmente deportiva del tico se acerca más a las carreras o a la natación. El futbol en Costa Rica es más bien una obra de teatro que contemplamos sentados en un asiento.
En mi libro La patria del tico, yo sostengo que nuestro país ha pasado por fases históricas en lo cultural: la fase del enmontañado (como decía Láscaris), la del concho y la del pachuco. En la etapa concha en que nací, los ticos éramos más deportistas. En todos los pueblos había una plaza de futbol. Pero el mundo pachuco cambió las plazas en parque para llamar a su habitáculo como ciudad (pero una población de menos 200.000 personas es un simple pueblo).
En el futbol como espectáculo hay dos tipos de personas. Por un lado, están los que lo ven como un negocio, los directivos y los jugadores. Por otro lado, están los que lo ven como una manera tramposo de afirmar su personalidad. Por eso, ya no apoyan al equipo de su pueblo, sino a los que han sabido venderse comercialmente como modelos de identificación.
En la etapa concha la gente se identificaba con el equipo de su pueblo: afirmaba así una comunidad real. Pero en la etapa pachuca, la gente se identifica con el equipo que cree que le va a dar más prestigio al venderle una comunidad ficticia.
Es decir, el mundo pachuco cae en las mentiras de la propaganda. Buscan una marca que para ser una persona prestigiada gracias al apoyo a un equipo prestigiado. Así ciertos equipos lo son no gracias a ser equipos de futbolistas, sino maquinarias empresariales que usan a los futbolistas como un producto comercial que hay que vender de manera similar a un carro o a una lavadora.
De esta manera, casi todos buscamos en estos ámbitos la panacea a nuestros problemas existenciales. Pero el surgimiento histórico de la búsqueda de panaceas suele reflejar, al mismo tiempo, la conciencia de un problema sustancial y la necesidad psicológica de encontrar un refugio contra las amenazas correlacionadas.
Tal es la razón del desarrollo histórico de respuestas, mitológicas o casi mitológicas, ante las auténticas realidades humanas, las que deben ser detectadas debajo de muchos ropajes ficticios.

SOBRE FOTOGRAFÍA (18-07-2016)


Quiero felicitar a mi muy buena amiga, Lobelia Madrigal, por sus frecuentes y hermosas fotografías expuesta en facebook.
Ella me recuerda mis vivencias juveniles. A los 8 años se me ocurrió decirle a mi tía Rosita que era artesana y pintora que me enseñara a pintar para poder hacer casita de portal para venderlas y ganarme algunos cincos. Esta experiencia infantil me duró muy poco porque a los 9 años, volví donde esa tía para que me orientara en matemáticas pues yo quería ayudar a mi papá en topografía y él me dijo que tenía que manejar logaritmos.
Ella me recordar ciertas enseñanzas de mi abuelo, Daniel González Víquez, que fue el profesor de matemáticas en la Escuela Normal al lado de grandes figuras como Omar Dengo. Mi abuelo decía que para aprender matemáticas había que ver la lógica de la vida: “Cuando usted sale de la casa, si no tiene sombrero, se lo pone y cuando entra a la casa se lo quita”. Así funcionan las ecuaciones.
En mi adolescencia y juventud hice un cuanto ensayo de pintura. Pero, cuando cumplí 18 años, el padre Carlos Joaquín Alfaro me regaló una de las mejores cámaras del momento. Esta Vitessa T fue la primera cámara en la historia que hacía el cambio automático de posición en el rollo. En ese momento los rollos en colores había que enviarlos a Estados Unidos. Esto salía sumamente caro. Por eso, tuve que aprender a fotografiar en blanco y negro.
Entre los libros que leí me topé con un dicho profundo: ‘fotografiar en color lo puede hacer cualquiera. Pero para fotografiar en blanco y negro hay que ser un artista para saber como manejar el claroscuro de los colores’.
En 1959, comencé a tener en las vacaciones cursos de cine por países. Ese año estudiamos el cine ruso. En el cine estudiado no había casi movimientos de cámara. Ahí aprendí cómo el clásico S. Einseinstein diseñaba en un papel la posición de cada actor para conservar el adecuado diseño de cada imagen. Esto me acercó a estudiar un poco la lógica del diseño de cada imagen. Años después estudié el cine norteamericano, el realismo italiano y el cine francés. Con los primeros aprendí algo del montaje mientras con el último fui viendo las posibilidades comunicativas del movimiento de cámaras.
Esto me engendró de deseo de estudiar dirección de cine en París, pero no tenía los recursos. Por eso, lo único que pude hacer es crear los cursos de apreciación cinematográfica en la UCR gracias al apoyo de director de Estudios Generales, mi amigo Chéster Zelaya.
El haber estado ligado de alguna manera a las artes (fui profesor y decano en la UNA), me enseñó a apreciar la calidad del diseño, del equilibrio y del manejo expresivo de los colores. En este aspecto, considero que Lobelia es realmente una artista de la fotografía.

SUBDIRECTOR DE FILOSOFÍA (13-07-2016)


Mi amiga y ex-alumna Patricia Navarro-Molina me señaló, enviándome una fotografía, que en sus investigaciones periodísticas sobre 1971 encontró una vieja noticia del Periódico Universidad. Yo recordaba que eso había sucedido alrededor de 1970. Fue el primer puesto que ejercí en la UCR. Me recuerdo que esa experiencia me llevó a establecer un cambio muy significativo en la universidad. Hasta ese momento la matrícula de los cursos se hacía en el Registro. Como director interino de la esa Unidad Académica yo me fui a solicitar al Director del Registro que me permitieran manejar la matrícula en la propia Escuela pues los estudiantes de la carrera se quedaban a veces sin cupo ya que los estudiantes de Estudios Generales los usaban como cursos opcionales. Las otras escuelas se envidiaron de mi propuesta y con el tiempo todo cambió.



LA PUBLICIDAD DE LOS ABUELOS (12-07-20169


Hablar de la publicidad me trae gratos recuerdos.
El primero es académico. Alrededor de 1975 en la Universidad de Costa Rica se nombró una comisión para redactar el documento de creación de la carrera de publicidad. Éramos tres: un mercadólogo, un diseñador y yo como comunicólogo. Pero el director del momento de la Escuela de Periodismo rechazó que esa nueva carrera entrara a dicha escuela. Se la asignaron a la Escuela de Administración de Negocios. No obstante, antes de que comenzara dicha carrera me nombraron director de la Escuela de Periodismo y yo entré a pelear para nos devolvieran la carrera. Yo quería que dicha entidad respondiera a su nombre, Escuela de Comunicación Colectiva.
Eso me llevó a crear las carreras de comunicación, de relaciones públicas y de publicidad y a pasar la Escuela de dar clase solo en la mañana (pues los estudiantes y muchos profesores necesitaban las tardes para trabajar en la prensa) a cubrir todo el día. Mi argumento fue que el mayor número de curso era de la escuela.
No obstante, tuve una discusión con los estudiantes más izquierdistas. Ellos me decían que estaba dañando la escuela al abrirla a los ‘lavacocos’ de la oligarquía. Yo les respondí: “Ustedes son iguales a ellos. Para trabajar ellos tienen que vender las cosas que produce la oligarquía. Ustedes no van a vender cosas, sino las ideas que le conviene también a la oligarquía. Y yo no sé quién resulta más nocivo. Por eso, mejor se callan.”
Tiempo después tuve una anécdota interesante. Cuando mi mamá estuvo en el Asilo de Ancianos de Alajuela yo pasaba todos los días a visitarla. Había una señora que me pedía que le facilitara monedas de cinco colones para los aparatos telefónicos. Con el tiempo, comenzó a pedirme que le cambiara billetes de cien. Cuando le daba las veinte monedas, siempre me reclamaba: ‘Pero señor, no me dio la feria”. Y tenía que darle una moneda adicional.
Esto me llevó a e interpretar la ‘feria’ como la publicidad de los abuelos. Cuando no existía el desarrollo de los medios de comunicación actual, los pulperos publicitaban su negocio al dar unos confites a los niños que le pedían a la mamá que los llevar a tal pulpería porque la feria era mejor.
En un primer momento, yo pensé que la palabra ‘publicidad’ significaba hacer públicas las cualidades de un producto. Pero luego descubrí que lo que se publicita es la ‘marca’ con la que se cubren los productos. Esto me recordó los cambios de los tiempos. Cuando estaba jovencito y tenía que comprar una camisa con marca, lo primero que hacía era llegar a la casa a arrancarla. No podía pelarme el rabo: ‘Solo la gente de poca clase usaba productos de marca en la ropa.’ Las solo estaban bien en los carros. Pero la gente de clase tenía su costurera privada para sus camisas y su sastre particular para sus trajes a la medida.

¿QUÉ ES VULGAR? (11-07-2016)


Cuando era más joven, mi buen amigo Constantino Láscaris me dijo una vez con humor mientras tomábamos café en la época en que comenzó a usarse la minifalda: "el vestido es lo más vulgar que hay. Cuando nuestras abuelas mostraban las pantorrillas, era una vulgaridad; cuando nuestras madres mostraban las rodillas era una vulgaridad; ahora cuando las chicas muestran los muslos es una vulgaridad. Por eso, cuando ya lo muestren todo se acaba la vulgaridad".
Dicho teóricamente, la vulgaridad es un criterio interpretativo muy subjetivo. Por eso, cuando se me pregunta qué es vulgaridad y qué significado tiene, me atrevo a contestar: ‘Vulgaridad es un estereotipo cultural que cataloga según el momento histórico la conducta humana en función de criterios de respeto a ciertas normas sociales’.
Cada estrato social tiene sus pautas de conducta y lo vulgar es lo que no las respeta. Vulgo significa pueblo. Por eso, el concepto de vulgaridad surgió de los que quería demostrar su alcurnia social, cultural, Por eso, los grandes enemigos de la vulgaridad han sido históricamente los curas y los maestros. Al no tener tanto dinero para imponer la ‘vulgaridad’ de su poder económico, estos trataban de afirmar la ‘vulgaridad’ de su superioridad en lo cultural.
En mi infancia, ponerse un bluyín (para escribir a lo vulgar el nombre ‘gringo’ tomado del tipo de pantalones vaqueros, generalmente confeccionados de tela de mezclilla) era una conducta inapropiada pues este era el pantalón de los simples obreros y los que no querían ser parte del vulgo tenían que usar pantalones de casimir, ojalá de origen inglés. En esa época el algodón era la tela más barata mientras la cachemira (en inglés, cashmere) una de las más valoradas por ser suave al tacto, sedosa, ligera y buen aislante térmico. Por sus características y su escasez el precio de esta tela, hecha con una escasa y extraña lana de cabras de las montañas del Tíbet, era relativamente elevado comparado con el de otras fibras. Por eso usarla era muestra de clase, lujo y distinción.
Por eso, al diablo con la vulgaridad. El problema real no está en las palabras, sino en los hechos. El drama de la vulgaridad es hacer el mundo (lo que significa limpio) se convierta en algo terriblemente inmundo. Pero la vulgaridad de esta inmundicia no es una cuestión de clase social: está en la deshonestidad de los que roban, de los que mienten, de los que irrespetan a los otros, etc. Lo contrario de lo vulgar es la nobleza espiritual, no los desplantes materiales.


martes, 24 de octubre de 2017

ANÉCDOTAS DEL 2016, SEGUNDA PARTE


ANÉCDOTAS DEL 2016

SEGUNDA PARTE

 Jaime González Dobles


EL APELLIDO DOBLES (03-10-2016)


Hasta donde se el apellido Dobles de mi madre solo pertenece a una familia costarricense.
Recuerdo una anécdota ridícula. En una ocasión uno de mis viejos familiares me dijo: “La originaria es de la ciudad de Heredia. Los de la ciudad de Grecia son nacidos del peón de la finca.” Traducido al mundo actual esto solo tiene una explicación: Todos tiene el mismo o los mismos progenitores. Los primeros eran hijos de la esposa mientras lo otros eran hijos de la otra. Pero eran tan importantes y reconocidos que se les dio el mismo nombre.
El esposo de mi prima Lourdes, el gran historiador Carlos Meléndez, cuando hablábamos de la familia siempre me decía que lo primero que apareció en el Registro pública fue el apellido Díez-dobles que luego se transformó en Dobles.
Esto me recuerda una interpretación de algo que decía mi tío Fabián: ‘En tiempos pasados, uno de nuestros ancestros era de apellido Díez, pero tuvo muchos hijos y los vecinos le decían a sus hijos: Ustedes no son los Diez sino los Doble-diez.’ Ignoro cuales fueron las razones sociales que llevaron a estos a identificarse con ese apodo y usarlo públicamente.
En los comentarios a este apunte, mi hermano Arturo González me recordó que, una vez hablando con mi madre Doña Alicia Dobles, esta les contó que a raíz de que la gente les decían a los Diez-Dobles los "veintes", estos se disgustaron. Por esta razón eliminaron el Diez y se quedaron solo con el apellido Dobles.
La familia Dobles que conozco parte de mi tatarabuelo Pedro Dobles Alvarado quien se casó con. María Josefa Carrillo (hermana del Lic. Braulio Carrillo, presidente de Costa Rica). Su hijo Pedro Dobles Carrillo era un comerciante y hacendado, casado con Susana Sáenz Rodríguez. Mi abuelo Miguel Dobles Sáenz era un médico graduado en Nueva York casado con Carmen Rodríguez Solera (hija de Papá Santiago Rodríguez, el comerciante fundador de Las tres Américas en Heredia, almacén que fue vendido a su muerte a los Zumbado).
Varias de las familias de los Dobles vienen además de los hermanos de mi abuelo. Los Dobles Segrega provienen de su hermano Manuel casado con Rosario Segreda. Los Dobles Chacón vienen de su hermano Recaredo casado con Rafaela Chacón. No se si los otros hermanos tuvieron hijos. Si tal fuera el caso, de su hermana Adelina vendrían los Castro Dobles; de su hermano Juan Rafael vendrían Dobles Ortiz y de su hermano Víctor vendrían Dobles Solórzano.
Por otro lado, otro comentarista me señaló que Isa Dobles fue muy destacada en la política, en la televisión y en la comunicación social en Venezuela. Yo me permití indicarle que ese nombre no era muy correcto. Ella provenía de una familia venezolana ligada con los Oropeza. Fue esposa de tío el arquitecto Álvaro Dobles. Días después de la dictadura de los Pérez Jiménez, ambos de fueron a Caracas con el resto de la familia Oropeza que vivía acá. Se llevaron a su hijo mayor Ignacio. Allá nacieron sus otros dos hijos. Luego se divorciaron y Álvaro se fue a vivir en Estados Unidos e Isa comenzó a aparecer en TV conservando el Dobles como nombre artístico. Su hijo Ignacio se vino a trabajar en la Universidad de Costa Rica. Sus dos hermanos creo que siguen viviendo en USA.
Una prima hermana de mi mamá, Yamilette Dobles Méndez, hija de un hermano del mi abuelo el Dr. Miguel Dobles, me indicó que los Dobles Méndez, fueron hijos de Víctor Dobles Sáenz y de Esther Méndez Céspedes. De sus hijos provienen las familias Dobles Ovares, Alfaro Dobles, Vega Dobles, Dobles Dobles, Mata Dobles, Montoya Dobles. Bravo Dobles, etc.
En namespedia se dice que Dobles es una familia de intelectual y se citan a mis tíos Fabián y Álvaro, se nombra a una hija de un primo de ellos, a Cecilia, pero se ignora a su importante hermana la poetiza Julieta, tampoco se nombra a su reconocido primo Luis Dobles Segrega. Se ignora por ejemplo a mi primo Eduardo Jenkins Dobles entre muchos otros familiares que hemos sido escritores. Por eso, espero que algún historiador de la familia o ajeno se ocupe de revolcar papeles y de despejar esta incógnita.

NOMBRE Y APELLIDO (24-09-16)


Para identificar a las personas se ha generalizado el uso de nombres con el fin de ofrecer una identidad individual y de apellidos con el fin de ofrecer una identidad familiar.
Para analizar el problema de los nombres, voy a recordar mis experiencias. Una de dificultades sociales está en la repetición del mismo nombre. Esto ha llevado a que la información formal se maneja hoy en día muchas veces por el número de cédula.
Esto fue un problema para mi padre. Él se llamaba Víctor Manuel González Ramírez y en los años 30 había un famoso delincuente con ese nombre exacto. Pero en esa época era muy difícil constatar el número de cédula. Mi papá tenía la ventaja de ser más o menos conocido por ser el sobrino del presidente de la República.
Mi abuelo materno se llamaba Miguel y le puso el mismo nombre a uno de sus hijos. Este hizo lo mismo con su hijo. Por eso, en la familia a mi abuelo le decíamos el Doctor (porque era médico), a su hijo Miguel y a su nieto Miguelito. Con los años, para la gente, al ser un famoso ingeniero profesor de la UCR, este nieto se convirtió en Don Miguel. Pero para sus familiares, siguió siendo Miguelito.
Por eso, nunca quise ponerle mi nombre a uno de mis hijos. No obstante, por un azar del destino, terminé poniéndole mi nombre originario a mi hijo Diego en forma transformada. Históricamente, el nombre tradicional de Jacobo se cambió en Jaime, en Tiago, en Diego o en Dago. Con la pretensión católica de santificarlo, los españoles inventaron un nombre al poner le prefijo de Santo al apóstol Jacobo (Jaime o Diego) y lo llamaron gratuitamente con el nombre de Santiago.
Cuando nací mi padre me inscribió en el Registro como Jaime. Pero mi madre me bautizo, como era la costumbre, con una recopilación de nombres (y tuve suerte, solo me puso 3). Como católica ferviente, ella le ponía a todas las mujeres el nombre de María combinado: María Elena, Olga María, Ligia María, y a los hombre nos agregaba al final el ‘de Jesús’.
Cuando me llevó a la iglesia, mi madre dijo que tenía que ponerme el nombre de un santo católico. Ella no conocía ningún San Jaime. Como era la costumbre, escogió el nombre del santo del día. Por suerte, me dio así el nombre de uno de los dos filósofos más importantes de catolicismo: Tomás (de Aquino). Y, por un azar del destino, Jaime Tomás de Jesús terminó trabajando toda su vida como profesor de filosofía.
Cuando comencé a leer la Biblia en otros idiomas me di cuenta que no se por qué razones los católicos españoles la tradujeron con el nombre inventado de Santiago. Por eso me quedé sin mi propio santo: un personaje del Evangelio. El nombre bíblico original Ιάϰωβοϛ en griego y Iacobus en latín no fue traducido por los españoles como Jacobo, Jaime o Diego. Gratuitamente impusieron al apóstol el nombre artificial de Santiago. Por el contrario, desde la traducción latina de Iacobus, la francesa usa Jacques y la inglesa James, etc. (nombres que se traducen al español como Jaime).
En algunas culturas, hay un nombre social y un nombre privado. En otras culturas, hay un nombre formal y un sobrenombre popular. En otros ambientes, hay un nombre oficial y un nombre artístico. De esta manera, los apodos, los pseudónimos y otras expresiones sociales reemplazan a los nombres rituales. Muchas veces me ha pasado así que digo el nombre de una persona y nadie lo identifica. Pero si digo el apodo o el seudónimo, todo el mundo sabe quién es.

APELLIDO Y NOMBRE (24-09-16)


Para identificar a las personas se ha generalizado el uso de nombres y apellidos con el fin de ofrecer una identidad individual y familiar. Esto resulta práctico a pesar de sus incomodidades. De hecho, la vida social engendra muchos asuntos que tienen su razón de ser, pero que también instauran el peso de sus absurdos.
La primera estupidez de los apellidos es el machismo incluido. Como los hombres han sido los que han tenido el poder y generan las respectivas herencias materiales y sociales, en muchas partes del mundo se le ha dado una primacía al apellido paterno y muchas veces al apellido del cónyuge masculino. Esto tiene ciertos absurdos que voy a ilustrar con unos ejemplos sociales y familiares.
Por razones reales, el primer apellido no debiera ser el paterno, sino el materno. Como decían las abuelas: “Que mis nietos son hijos de mis hijas, eso lo sé. Pero que mis nietos son hijos de mis hijos, eso lo espero”.
No obstante, aun en el primer caso puede haber sus dudas ya que en algunos casos históricos se ha cambiado los bebés que se entregan a las progenitoras: este es un tema clásico de ciertas películas.
En el caso materno, los grados de certeza eran muy altos: con las excepciones pasaba algo parecido a lo que acontece con ciertas enfermedades genéticas (las posibilidades de su aparición son casi nulas, caso contrario a lo que pasaba con los varones antes de las prueba del ADN).
Cuando tuve mi primer hijo, mi padre me felicitó porque iba a salvar el apellido de la familia ya que ninguno de sus hermanos había tendido hijos varones. Por respeto no me reí en su cara. Si me hablara del apellido Dobles de mi madre podría tener razón. Pero salvar un apellido tan ridículamente corriente como el González era absurdo. De hecho, yo iba a jugar a una plaza con el nombre de la familia que la gente había castrado: la había convertido en Plaza Víquez (cuando su nombre refería al tío de mi padre el expresidente Cleto González Víquez. Pero mi papá quizá tenía ciertos recuerdos de la presencia política de su familia: su abuelo había sido 3 veces diputado, su padre había sido 2 veces diputado, su tío había sido 2 veces diputado y 2 veces presidente de la República, etc.
Cuando leí la Dinastía de los conquistadores, confirmé que en dicha familia había habido cerca de 20 personas que ejercieron el puesto de presidente de la República: incluido un primo hermano de mi papá. Pero mi familia paterna no podía hacer alardes de su riqueza, porque los políticos de esa época no se volvían millonarios en sus funciones como los de ahora.
En Caracas alrededor de 1972 dije que el apellido de mi madre era solo de mi familia. De inmediato, me dijeron que eso no era cierto, pues en la televisión en Venezuela había una famosa presentadora con ese apellido. De inmediato respondí que ese era solo su nombre artístico. Ella era la madre de mis primos que había estado casada con un tío mío. Pero ella era de una familia venezolana (lo Oropeza). Eso me recordó la alteración en los nombres de algunos artistas y personas costarricenses.
 Un día recibí un saludo cariñoso de una sobrina identificada con el nombre de Marie Díaz. Cuando le pregunté a mi hijo Diego que quién podía ser, me respondió que era su prima Marie Cecile Thomas que después de divorciarse en Canadá conservaba de nombre de casada. Así, para decirlo a lo tico: ‘otro gallo canta’.
Amén. Luego rezo con los nombres y el apellido Dobles.

ESTUPIDEZ (10-08-2016)


Heriberto Valverde Castro, una persona que me conoce de muchos años me dice que 'estupidez es una de mis palabras preferidas'.
Para justificarme de olvidar lo que ambos conocemos como estudiosos de las comunicaciones y no haber tomado en cuenta los aspectos connotativos, le respondí a mi querido y crítico amigo:
“Quizá en mí pese demasiado mi formación desde el latín en donde stupidus es simplemente falto de inteligencia.
Creo que mi error es tal vez olvidarme cuando escribo que soy tico. Debiera haber dicho lo mismo diciendo 'tontería'.
Se me olvida que para los ticos estupidez es una 'tontería retonta', y no consultan el diccionario para ver su real significado.”
Habría que ver qué dice al respecto otro de mis amigos de larga trayectoria, el especialista en lenguaje Eliécer Venegas.


¿DÓNDE ESTÁ LA RAZÓN? (09-08-2016)


El caos social presentado en el día de hoy por los taxistas debe hacernos reflexionar sobre la realidad en la que vivimos. En principio hay un argumento crítico fundamental: como las cosas no son nunca como parecen, no hay que dar nada por sentado.
La primera mentira que está bailando en esta mejenga, es la sonada palabra DERECHO. Todos dicen tener derecho, pero ¿adónde está ese señor? Las autoridades y los afectados ubican los derechos en las LEYES aprobadas. Pero el derecho de la ley no está en la justicia, sino en la posibilidad de castigar.
Sin embargo, el que castiga impone el poder y el poder impone lo que más le conviene. Las LEYES no son así unas pautas racionales, sino solo unas pautas sociales engendradas desde la música de los intereses creados con dos bailarines que danzan cada uno a su manera: la racionalidad formal y la irracionalidad funcional.
Los taxis tienen PLACAS LEGALES. Pero estas tienen los defectos de su ADN social. De hecho, las PLACAS LEGALES no han sidoo un derecho humano, sino un privilegio social.
¿Por qué no se ha hecho un proceso legal para otorgar las placas libremente a todo aquel que tenga un carro adecuado y llene ciertos requisitos formales adecuados? Solo voy a contar una anécdota para entender esta limitación legal. Hace bastantes años, le pregunté al mecánico de mi carro por qué tenía la bandera de cierto partido político. Este me respondió: “Porque no soy tonto. Este partido es el que va a ganar y si gana me van a dar dos placas de taxis. Así puede contratar a dos choferes y hacerme rico. Al tonto ni Dios lo quiere”.
Eso nos hace ver que los CHOFERES quizá no son los dueños de los taxis y que el negocio más grande está en otro lado. Estos actúan como los sindicatos: no buscan el servicio público, sino el aumento y en este caso el mantenimiento del salario.
Mientras era un simple trabajador fui un defensor acérrimo de los SINDICATOS. No obstante, cuando asumí puestos de dirección cambié de criterios, ya que no sostenían a los trabajadores, sino a los ineptos: a aquellos que atacan y desprestigian a los BUENOS TRABAJADORES porque van a demostrarle a patrón que la mitad de los trabajadores está sobrando y “nos quedaríamos sin lo único importante: el sueldo”.
Pero muchas veces, los que funcionan ilegalmente funcionan como los BUENOS TRABAJADORES: cumplen adecuadamente sus funciones. Por eso, el problema es más complicado de lo que parece. AMEN.
Luego agregué que Carlos Echeverría Perera me señalaba una cosa que había olvidado: que Daniel Oduber fue el responsable de ponerle el color rojo a los taxis en Costa Rica. Esto fue una estupidez de una persona muy brillante que quizás no sabía casi nada de la teoría de los colores. El rojo se ve bien con bastante luz, pero es casi invisible en la oscuridad. Por eso, en el extranjero los taxis son amarillos: lo que es una decisión lógica. De noche el blanco (que fue asignado a las ambulancias, aunque actualmente en Costa Rica las ambulancias son de diversos colores) y el amarillo son los colores más visibles.

SER FUTBOLERO (07-08-2016)


Al decirle a Magno Matarrita Mosquera que "Costa Rica tiene que volver a ser futbolero, porque ahora solo nos sentamos en una silla a ver un cierto teatro que llamamos futbol". Este exalumno señaló que volver a ser futboleros es colaborar un poquito con los chicos al transmitirles algo de lo que hemos aprendido en ese campo.

EL PROYECTO DE LAS TERTULIAS (06-08-2016)


El grupo de las Tertulias ha sido totalmente pluralista. El único compromiso era con la patria y la verdad. Había gente de muchísimas disciplinas y de prácticamente de todos los partidos (aunque había un grupo importante de filósofos como yo). Ha participado mucha gente valiosa de diversas profesiones, de diversos países (sudamericanos, centroamericanos, africanos) y de diversas opciones religiosas. De manera que dichas tertulias eran ya una tradición que valía la pena no perderse. Se ha hecho referencia a las mismas en algunos medios nacionales y extranjeros.
El grupo consta básicamente de profesores universitarios. Muchos de ellos tenían mucha experiencia y bastante han desempeñado puestos como ministros, diputados, rectores, vicerrectores, decanos, etc. Es interesante recordar que el actual presidente de la República fue uno de los asistentes. Nos reuníamos a conversar sobre diferentes temas, principalmente de la vida nacional, y nos daba mucho gusto contar con la presencia de nuevas personas para intercambiar criterios sobre su visión de la realidad nacional y de los problemas sociales y espirituales que implica.”

Hace unos 10 años envié un correo electrónico que empezaba así:

 “Me permito informarle que desde mayo del 2003 se realizan en mi casa de habitación en San Pedro de Santa Bárbara unas tertulias los primeros sábados de cada mes a partir de las 2 de la tarde. Nos fascinaría poder contar con su presencia.

En agosto de 2008 envié otro correo:

"Por razones personales, he dejado de vivir en Santa Bárbara. Por tal motivo, he tenido que cancelar las Tertulias en mi antigua casa. No obstante, nos vamos a reunir este sábado en la casa de nuestro compañero de Tertulias Mario Zeledón para reflexionar sobre cuáles son las mejores alternativas para continuar con tan valiosa experiencia."

Las tertulias han seguido en la casa de Mario Zeledón.. Esta semana recibí un correo de Heriberto Valverde sobre la próxima tertulia:

Sábado 6 de agosto, 2 pm, Invitado: Dr. Amando Robles.

Esto me recordó otro correo enviado sobre la Tertulia Nº 60 del 8 de marzo del 2008 con un breve preámbulo que solicité a Amando Robles como iniciador del debate. Hoy lo tendremos de nuevo como facilitador. Por eso, me permito reproducir ese interesante texto para evidenciar el espíritu de nuestras tertulias.

CRISIS DE LAS RELIGIONES

J. Amando Robles (30-01-08)

Muchos factores están contribuyendo a que actualmente se esté dando una crisis de lo religioso, no así de lo espiritual. Si, atendiendo a criterios de impacto, entre los factores causantes de esta crisis tuviera que privilegiar uno, yo escogería el nuevo tipo de conocimiento y la transformación que se está dando en tal sentido.
En el pasado, hasta nuestros días, el conocimiento se autopercibió siempre como conocimiento de algo, por tanto como adecuación y como verdad (veritas adaequatio rei intellectus). Y sobre esta concepción matricial es que se articuló la religión: como conocimiento dando acceso objetivo y verdadero a lo último, fundante y necesario, que además se presentaba como divinamente revelado. En este marco axiológico y gnoseológico Dios, mundo sobrenatural, revelación, e intervención de Dios en la historia resultaban conclusiones posibles y hasta necesarias. Hoy ya no es más así. El nuevo conocimiento, el que ya estamos utilizando a diario y nos está moldeando en nuestro comportamiento, no es objetivo ni verdadero, es práxico, tecnológico, funcional. No aspira ya a conocer la esencia de las cosas sino a saber cómo funcionan o pueden funcionar. Y no puede aspirar a conocer la esencia y naturaleza de las cosas, porque él mismo se sabe herramienta, útil, instrumento, y como tal construido: construido y con capacidad sólo de construir.
En este tipo de conocimiento, si no hay lugar para esencias, tampoco para dioses ni revelaciones. Porque éstos, de existir, también serían construidos. De ahí la gran crisis de las religiones, especialmente de las religiones de creencias. Y también la que vendrá muy pronto sobre las religiones modernas y actuales tipo Nueva Era “ingenierilmente” construidas. Todas aparecen como son, construidas, interesadas y egocentradas, no últimas, lo que significa que se han quedado sin soporte y ello explica que paneles enteros de las mismas se estén desplomando. Tal es el cambio o transformación a los que estamos asistiendo. Un cambio y una transformación como nunca antes se había dado en la historia de la humanidad, verdaderamente inéditos.
Un cambio suave, aunque muy rápido, de ahí que no sea tan fácil percatarse de él, pero de un gran impacto. Sólo notamos que vivimos rodeados de más artefactos, y éstos cada vez más autónomos, más inteligentes, y nos seguimos comportando como si nuestra relación con el conocimiento siguiera siendo la misma. Pero está cambiando, y cambiando profundamente.
Ante un panorama así, aunque crisis no significa desaparición de las religiones de creencias, en otras palabras, todavía habrá religiones de creencias para rato, es legítimo preguntarse qué alternativa, si es que la hay, trascenderá la crisis, y si se puede señalar alguna dinámica ya presente actuando en dicha dirección. Y la respuesta es que si. La alternativa y dinámica presente es la espiritualidad. La espiritualidad como experiencia de lo absoluto que es todo, incluido el ser humano, hecha desde lo absoluto. Una experiencia que sólo es posible como creación, algo muy diferente de la construcción. Una experiencia profundamente laica, no religiosa. Una experiencia solamente experiencia, sin contenido, por tanto, sin fondo ni forma.”


martes, 17 de octubre de 2017

ANÉCDOTAS DEL 2016, PRIMERA PARTE


ANÉCDOTAS DEL 2016

PRIMERA PARTE


Jaime González Dobles


En este trabajo recojo lo asuntos más anecdóticos que publiqué en mi biografía de Facebook del 2016.

RECORDANDO EL MENOR (31-12-2016)


Hace unos cincuenta años, mi maestra de religión nos habló de la existencia de un Seminario Menor en San Cristóbal Norte. Lo había fundado Monseñor Sanabria para la formación de mejores y más numerosos sacerdotes en el país. Era 1950; yo tenía doce años. Con esmero y deseo de servir a Dios, la maestra (cuyo nombre, como de costumbre no recuerdo) me motivó a ingresar en esa nueva institución. Me habló particularmente a mí porque yo tenía años de servir en la iglesia como monaguillo.
Ambos hablamos con mi madre y con el cura: quien accedió a contribuir en la medida de lo posible con los gastos de mis estudios ya que los pocos ingresos de mi padre apenas alcanzaban para dar el sustento a mis otros hermanos.
Mi madre tenía un profundo sentimiento religioso. Como Dios la había dotado de una excelente voz, durante su juventud cantó como solista alabanzas a Dios en las iglesias de los diversos pueblos en que le tocó vivir: actividad que tuvo que abandonar cuando Dios la puso, como decía ella, a ver qué hacía con la marimba de hijos.
Ella siempre me contaba que en su juventud organizaba veladas con sus hermanas para recoger “cositas” para la gente pobre del pueblo. Como cantaba muy bonito, los padres la buscaban siempre para que cantara el “Ave María” de Schubert o algo parecido. Cuando se iba donde sus abuelos en Heredia, la mandaban a traer porque como dirían ahora los copiones de los gringos: bajaba el “rating” en las misas de los domingos o en los rosarios de la semana.
Al decirle que no me parecía malo intentarlo, su respuesta fue simple: “ Dios quiera, mijito”... Esta respuesta me la dio también Monseñor Odio cuando le dije que yo venía a ver si eso era lo que Dios quería para mí: yo, en el fondo, no sabía todavía lo que quería de la vida. El Padre Odio, como le decíamos antes de que, una mañana, nos dijera durante la misa que Dios lo había llamado a cumplir nuevas tareas, era una persona con la presencia sublime de la divinidad en la tierra. Aparecía como un gran papá que pintaba cualquier problema, con la dulzura de sus canas, del blanco apacible de la nieve imponente de sus montañas religiosas.
En clases, me llamó mucho la atención la amplia cultura del Padre Carlos Joaquín Alfaro. Este me enseño el gusto por la música clásica. Un día, mientras oía con deleite la quinta sinfonía de Beethoven al lado de algunos compañeros (entre los que recuerdo a Arnoldo Mora y a Javier Solís), el Padre Alfaro nos comentó que su interés en el sacerdocio fue motivado por la generosidad y la profunda fe de su tío, Monseñor Odio.
Nos narró muchas historias, pero –como siempre- no recuerdo más que una: la más anecdótica e intrascendente, por cierto.
Contaba el Padre Alfaro que fue a visitar a su tío mientras era cura de Pacaca.
- ¿Qué es eso de Pacaca?, le interrogamos.
- ¡Bueno!, era el nombre indígena de Villa Colón, ese pueblito que está yendo hacia Puriscal. (Este nombre era para mí algo así como el lugar lejano donde según el dicho popular “el diablo había dejado perdida la chaqueta” y que aprendí a estimar cuando hice amistad con los Mejía).
- ¿Hace mucho de eso?
- ¡Bastante! Además, los tiempos eran otros. Con prudencia, el Padre Odio me recomendó que me fuera en primera clase. Además, al llegar a la parada de la Coca Cola, yo no entendí en que consistía dicha primera. Era una vieja cazadora donde la gente viaja toda revuelta con los chanchos y las gallinas.
- ¿Y qué era lo de la primera?
- Pasado Escazú, entendí. En la cuesta entre Escazú y Santa Ana, el chofer simplemente dijo: ahora, los de primera, se quedan sentados; los de segunda, se bajan y los de tercera, empujan. El Padre Odio me dio ese consejo pensando en que yo era un típico josefino, porque él siempre viajaba en segunda.
Durante las vacaciones, fui a visitar a Monseñor Odio en la casa arzobispal. Cuando me vio, me dijo:
- ¡Diay! muchacho, qué problema es ser obispo...
- ¿Por qué, Monseñor, hay muchos enredos?
- No, mijito, dificultades nunca faltan en cualquier lugar. El problema es que no se ve bien que un obispo ponga apodos y yo a vos no me acostumbro a tratarte por tu nombre.
- Menos mal, Monseñor, pensé que tenía problemas.
- Bueno, problemas nunca faltan... Pero uno debe estar donde Dios quiere que esté. Por mí, yo prefería San Cristóbal con las risas de esos chiquillos confiados en Dios. Pero el que manda está allá arriba y Él quiere que esté aquí.
Sin pensarlo mucho respondí:
- ¡Gracias a Dios! Él lo va a ayudar.
- ¡Dios quiera, mijito!
(Mi sobrenombre hacía referencia al lugar donde había nacido. Como este artículo se presentó en un concurso lo escribí hace tiempo como un recuerdo con el seudónimo de Polo. No puse mi real apodo CAPI. Este se funda en la respuesta que di cuando me preguntaron de dónde venía. Por ejemplo, mis compañeros de clase venían de todo el país: Hugo Barrantes de Perez Zeledón, Olibeth Bogantes de Grecia, Javier Solís de Escazú, etc. y respondí que venía de la Capi…

AGRADECIMIENTO (31-12-2016)


Hace unos pocos años, mi hijo Diego me insistió en que tenía que dejar el aislamiento en el que había entrado mientras viví en Santa Bárbara haciendo un bello sembrío de árboles nacionales.
Yo no estaba tan aislado pues una vez al mes se reunían en mi casa diversas personas de un alto calibre intelectual, provenientes de diversos países y de diferentes disciplinas.
Me abrió un blog y me metió en algunos programas como Facebook. No obstante, al tener que dejar mis árboles y las tertulias en mi casa, solo he aprovechado a medias este último.
En el blog, puse algunos escritos, pero como se me olvidó la clave y no he podido recuperarla, no volví a publicar hasta hace poco que uno de los compañeros de la empresa de mi hijo Diego, Mario Morales Barth, me abrió este nuevo blog. Lo mismo me pasó con el correo histórico: se me olvidó también la clave y tampoco he podido recuperarla. Por eso, tengo uno nuevo. Espero no olvidar de nuevo la clave.
No obstante, mi hijo Diego también me abrió una editorial electrónica LOGON para que pudiera recuperar mis viejos escritos y editar una serie de libros que tengo en proceso.
En años pasados yo tenía una editorial Logos. Pero como ese nombre se volvió ‘panderetero’, decidí usar mis recuerdos del griego y puse el nuevo nombre en el genitivo plural. LOGON significa así “de las palabras”.
Desgraciadamente, como escritor me parezco a un bovino. Mis pensamientos originales van pasando por diversas panzas para tratar de desarrollar sus implicaciones.
Por ejemplo, en 1977 escribí dos libritos como responsable de la formación de cuadros en la campaña de Carazo.  Aunque cada uno de ellos lo redacté en un fin de semana, ambos fueron publicados por personas interesadas. Desde estos he escrito varios libros más recuperando algunas ideas. 
En este momento, me encuentro en un dilema. El tiempo que me queda de vida no creo que me alcance para escribir lo que quiero. Tengo un libro que me llevó muchos años tratando de reestructurarlo. Terminé su primera redacción en diciembre de 1999 como conclusión del siglo. Pero ya llevo 16 años revisándolo y no se si podré terminar de revisarlo.
En estas condiciones, de vez en cuando suelto algunas ideas en Facebook. Unas pocas personas me leen (más o menos un 1 o un 2% de los amigos formales que son alrededor de 3000). Algunos de estos son muy fieles y por consiguiente reiterativos no solo en sus lecturas, sino en sus elogios.
 Sin embargo, los elogios son muy lindos, pero no resultan tan interesantes como las críticas. Estas realmente te hacen pensar.
En este fin de año, quiero agradecer a los que han tenido la paciencia de leerme y a los que han tenido sobre todo la osadía de criticarme. A los que me han marginado los comprendo: tienen derecho a ser ellos mismos y escoger lo que concuerde con sus ideas e intereses.
A todos les deseo que el próximo año sean más ellos mismos, de mejor manera y con mejores efectos.

VIVIR CADA DÍA (19-12-2016)


Los entes humanos le damos mucha importancia a asuntos sin gran importancia. Los cumpleaños, los años nuevos y muchas otras celebraciones rituales no significan más que una manera de esconder la manera como manejamos la vida cotidiana. Que estúpido es recordarse de la madre, de un hermano o de un amigo en un momento del año, cuando hemos pasado el resto del tiempo tratándolos de otra manera más indiferente y a veces hasta agresiva.
Cuando se murió mi mamá yo simplemente le dije adiós. En ese momento dije que no sé si soportaría la muerte de un hijo. Gracias a Dios he escapado de esa calamidad.
Ahora no sé qué valor tenía la justificación que me di. Decía que era dramático que se muriera ante que uno si era menor que uno. Pero creo que quizás me golpeaba la mala conciencia como padre: ¿Qué he hecho en la vida cotidiana por ellos?

VIVAN LA MEJENGAS (14-12-2016)


Ronaldo García comenta cómo gozábamos las mejenguas en los potreros o en cualquier callejón. En esa época Costa Rica era un país futbolero. Ahora es un país teatral en el que contemplamos un espectáculo en las butacas de la casa o del estadio con los pies entumidos de la pereza.

PENSAR MATEMÁTICO (07-12-2016)


Mayra Ugarte Bustos me señalaba que el pensamiento es como una ecuación de matemáticas. Eso me recuerda mi infancia. Cuando a los 8 años le dije a mi tía Rosita que qué hacía para manejar logaritmos con mi padre en trabajos de topografía. Ella me recordó una de las frases de mi abuelo Daniel González Víquez que fue compañero de Omar Dengo en la Escuela Normal. Él era tan capaz como él. Pero no fue famoso, ni como él, ni como su hermano Cleto porque ni manejó la sociedad como este ni las interpretaba como el segundo. Solamente enseñó a sus alumnos a pensar sensatamente.
Él enseñaba las matemáticas con bromas y ejemplos de la vida cotidiana. Mi buen amigo Marco Tulio Salazar, que fue su alumno, me decía que era mil veces más brillante que su hermano el presidente...
Mi tía me recordó lo que decía su padre: "la vida es como una ecuación matemática: Si uno está en la casa sin sombrero, cuando sale a la calle se lo pone y cuando vuelve a la casa se lo quita. Así pasa con las sumas, las restas, las multiplicaciones, las divisiones en las ecuaciones. Su lógica es la misma".

ELOGIO DE LA LOCURA (07-12-2016)


Marta Campos Méndez me comenta "Que dicha que no estoy loca". Esto me recuerda un libro que leí en mi juventud con el nombre "Elogio de la locura" en el que si mal no recuerdo una de las ideas era que si los otros lo consideran a uno loco es porque uno no es tan tonto como ellos. Pues la locura es creativa.
Agrego que se me había también olvidado que ahora casi todo se puede averiguar. Consulté y Google me indica que es "un ensayo escrito por Erasmo de Rotterdam e impreso por primera vez en 1511".

AGUINALDO SOLIDARIO (25-11-2016)


La situación de los afectados por el Huracán Otto es dramática. Creo que es necesario hacer una ayuda en dinero a los afectados directos. Me parece que una de las soluciones más viable es contribuir con el 1% de nuestros aguinaldos y depositarlos electrónicamente en una cuenta cuidadosamente establecida y controlada. Faltan pocos días para recibir los aguinaldos, pero es tiempo suficiente para que los contribuyentes podamos firmar un documento de autorización y las empresas que pagan los aguinaldos estén obligadas de rendir la información pertinente a un ente supervisor, previamente conocido por los contribuyentes.

¡QUÉ GRAN DOLOR! (01-11-2016)


Uno de mis mejores amigos me comunicó que ayer murió una de las personas más extraordinarias que habíamos conocido en los años que trabajamos en la Universidad Nacional como efecto del fatal accidente del Bus de los pensionados de AFUP. Se trata de LUZ DELIA MARÍN CHAVES, de 68 años, vecina de San Rafael de Heredia. Ella trabajó con nosotros en la Facultad de Filosofía y Letras y terminó trabajando en la Escuela PPS de la Facultad de Sociales. Cada vez que deseábamos tener un encuentro para recordar viejos tiempos o celebrar algún asunto, recurríamos a ella (quien contaba con el apoyo de toda su familia). Ella era una persona de un cristianismo fundado en la solidad y orientado a favorecer la formación de los jóvenes.
Yo tengo que agradecerle la amabilidad con la que me apoyó en las fiestas de fin de año de las Tertulias y las numerosas actividades en las que me invitó a su casa. Sé que la comunidad de su pueblo la reconoce como la dirigente comunal más extraordinaria. Aunque desempeñó funciones administrativas en la UNA, los muchos profesores que la conocíamos la admirábamos por su sensatez, su inteligencia y sobre todo por su gran calor humano. Adiós, querida amiga.